¿Habéis visto el anuncio de la Conferencia Episcopal en televisión?
Por el lado positivo, me parece estupenda la iniciativa y además creo que es un anuncio moderno, que incide notablemente en la componente social de la Iglesia, de su ayuda a los más desfavorecidos.
En el lado no tan positivo creo que deberían lanzar una campaña en la que no primase la obtención de fondos (al final del anuncio te revelan lo que parece su única intención, el que marques la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta). Creo que es muy bueno utilizar los medios de comunicación de masas para hacer llegar el mensaje de Jesús a la población, pero quizá no empezando por pedir ayuda en el sustento de su Iglesia.
¿Qué opináis?
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13 comentarios:
No lo he visto, por lo que no puedo juzgarlo.
En cuanto a mi opinión acerca de la pertinencia de estas campañas, no me gustan como medio para llevar el mensaje y sí como recurso para concienciarnos de la necesidad de contribuir al sostenimiento de la labor social de la Iglesia.
Puesto lo uno y lo otro en la balanza de mi conciencia, preferiría no ver convertida a la Iglesia en un objeto de la mercadotécnia.
Un abrazo
Nacho
Inicio esta reflexión matutina con un optimismo desbordante, no por lo que vaya a escribir cuanto por la esperanza de que esta vez quedará en el blog. Decían en los viejos tiempos que el buen paño en el arca se guarda. En el tema eclesial, en la situación actual, si no se sale a la calle, tenemos el peligro de que la gran mayoría o no se entre o permanezca mal informada. ¿Cómo informar al pueblo español? Parece que no con la COPE.
Siempre me llamó la atención y me inquietó que las congregaciones religiosas y las paroquias en USA publicitasen la posibilidad de sus carismas para obtener vocaciones. Desconozco los efectos de esta publicidad.
Si creo que con las mil formas que ofrecen los medios actuales hay que dar una imagen real de las organizaciones sociales católicas, una imagen de la presencia de los creyentes en todos los ámbitos positivos de la sociedad.
¿Cómo incluir la petición de ayuda económica en esa presentación sin que se confunda con una presentación de marcas de automóviles o perfumes?
Una vez más, probablemente, el camino sería la presentación de creyentes creíbles del sentido y aportación de la Iglesia a la vida de la sociedad. Una vez más, la pelota está en vuestro tejado.
¿Sabeis que el entusiamo que Juan Pablo II produjo en mucha gente se tradujo en contribuciones más sustanciales para la Santa Sede? Y no creo que él pidiera nunca directamente...
Pues yo tampoco lo he visto, lo que no obtsa para tener un juicio sobre este tipo de campañas.
No me quiero imaginar que la iglesia católica acabe difundiendo su Evangelio como los "telepredicatas" en USA, si es así me borro.
Si en cambio creo fundamental que la Iglesia debe dar a conocer a través de los medios, más que el Evangelio, su aportación social a la sociedad, que al fin y al cabo es fundamentalmente,Evangelio.
Ya he escuchado algún anuncio de este tipo en la emisora que escucho para estar bien informado, COPE.
Creo que deben ser anuncios "asépticos", "neutros", en el que simplemente se muestre la labor evangelizadora de la Iglesia, hospitales, escuelas, casas de acogida... eso si que cala en la gente, incluso en aquellos que no se declaran católicos.
Creo que hasta el más reaccionario contra la iglesia, si se le mostrase esa labor, la apoyaría, como apoyan la labor de ongs más "tontas".
En lo de pedir dinero coincido al 100% con Juanmari, se deben mostrar "los hechos" y lo demás vendrá por añadidura.
También decir, que me parece una verguenza que declarandose Cristianos el 75% de los Españoles no soporten la financiación de la iglesia marcando la casillas del IRPF.
A partir de mañana tengo de nuevo adsl en casa, por lo que podré conectarme en horas que invitan más a la reflexión que ahora en el trabajo, por lo que a partir de ya espero contribuir más activamente en este blog
Juanmari, tu análisis me parece acertado, aunque entiendo que se preocupa más por la necesidad de llegar que por los medios para alcanzar el objetivo.
Ayer, tras despedirnos, volvía a casa dando vueltas al comentario que Alfonso hizo sobre San Pablo como innovador en la comunicación y terminé pensando acerca de Juan Pablo II como gran instrumentalizador de la comunicación de masas. En ambos casos entiendo que su capacidad de llegar al corazón de quien recibe el mensaje está por encima de los medios que utiliza: la raiz del éxito está en el mensaje y no en el medio utilizado.
En el caso de la Iglesia, nosotros, cada uno de los fieles, miembros de la comunidad en la fe, somos los portadores del mensaje y el mejor anuncio que puede existir.
Dejar en manos de los "mass-media" el éxito del futuro eclesial me parece ingenuo y hasta un poco irresponsable.
Diferente cosa es la Iglesia como "organización social". En tal caso, entiendo que utilice los medios a su alcance para desarrollar su tarea.
De un modo gráfico, no me parece útil ni portinente, una campaña que dijera: "¡Ven! ¡Cristo te promete la Salvación"; y, en cambio, comprendería otra que planteara "un poco de lo que te sobra es mucho para quien todo le falta: La Iglesia lo sabe repartir".
Un abrazo y alegría, tus fundadas esperanzas han sido recompensadas.
Nacho
Welcome back Juan Mari, y bienvenido serñor Camiroaga, a este blog de profundas y sesudas relexiones, que en mi caso me ayudan a empezar el día (o a acabarlo, si no me da tiempo a leerlo por la mañana).
Ayer sentí en mis propias carnes la fustración de nuestro querido profesor, al escribir una larga contestación a vuestras reflexiones y ver como de manera inmesiricorde desaparecían en el agujero negro de la red.
Intentaré reproducirlas ahora, y si los dioses tecnológicos me son propicios, espero que aparezca debidamente tras vuestros comentarios, para que podáis contradecirme a vuestras anchas. Por último, disculpadme si alguno de los comentarios no aparece tan fresco como ayer. Esta no deja de ser una recopilación de los pensamientos originales que plasmé por la tarde en el escrito perdido para siempre (para desgracia de la Humanidad, en última instancia, y para suerte vuestra, en primera).
Después de esta introducción posteo en un comentario más abajo, ya que me llaman a comer
Como decíamos ayer,
Entiendo que lo más fácil para analizar este tema es distinguir en primer lugar entre la forma y el fondo.
En cuanto a la forma, la pregunta es si debe, o no, la Iglesia utilizar los medios de comunicación social para difundir el mensaje de Jesús. Una segunda cuestión a responder, en caso afirmativo, es cómo debe usarlos, cuales pueden ser los formatos más adecuados.
Parece que hay un consenso en que sí que es plausible utilizar los medios de comunicación. El propio Jesús utilizó los que tenía a su alcance. El ejemplo más claro es el sermón de la montaña, aunque nunca huyó de las multitudes para enseñar. Más tarde figuras destacadísimas del Cristianismo, como San Pablo, o últimamente Juan Pablo II han hecho uso de los mismos, cada uno en su momento, de una manera muy eficaz.
Por tanto, si podemos contestar afirmativamente a la primera pregunta, toca ahora analizar el formato a utilizar. Todos somos conocedores de las actuales técnicas de comunicación, y de la importancia que las campañas de relaciones públicas tienen a la hora de difundir un mensaje. Los anuncios de televisión, radio o prensa no dejan de ser una herramienta más, una herramienta que por su coste y por la duración del formato está asociada normalmente a venta de un producto o servicio. Hay campañas informativas también, como por ejemplo las de la DGT o del Ministerio de Sanidad, en las que sólo se informa y se pide la colaboración del ciudadano.
Por lo tanto, una primera conclusión de la utilización de este formato es que no necesariamente debe servir para vender (en su sentido estricto), sino también puede servir para informar. Una segunda conclusión es que es necesario, para lanzar un mensaje, utilizar medios complementarios (programas divulgativos, actos sociales, noticiarios, etc).
En cuanto al fondo, creo que la Conferencia Episcopal se equivoca al solicitar al final del anuncio la ayuda económica. De acuerdo con Nacho y con Cami en que se debe destacar los aspectos sociales, de beneficencia, de ayuda al más necesitado, formación, integración, etc. Pero el pedir ayuda de una manera tan directa puede causar en el televidente rechazo (ya están estos curas, como siempre, pidiendo dinero), olvidándose el mensaje original. El pedir nos convierte en ese producto (de mercadotecnia) del que debemos huir. El pedir nos acerca peligrosamente (sé que exagero) a esos "telepredicatas" tan nefastos para la fe.
Por último, disentir de mi amigo Cami. La COPE (o al menos su programa estrella -para mi estrella-do- de la mañana) no debería ser el modelo de noticiario cristiano, en el que sólo se descalifica, sin mostrar ninguna caridad, al adversario (que por otra parte representa, en el peor de los casos, a la mitad de nuestros compatriotas).
Termino con la idea de Juan Mari y de Nacho: nos corresponde una gran parte de la responsabilidad a los laícos católicos. Iniciativas como la Fundación Centesimus Annus, bien aprovechadas, pueden servir, sin duda, a este fin (por aquello de arrimar el ascua a mi sardina).
Queremos hacer llegar el mensaje desde un plano utilitarista, convirtiéndonos en un apéndice más de la comunicación social o de los medios de difusión. Buscamos con desesperación un hueco en la atención de una humanidad que se aleja de Cristo, la Iglesia y la fe.
Seguimos a esa humanidad en el camino hacia el vacío, cuando sólo tenemos que volver la vista a la raíz de la historia.
La solución no está en las herramientas, ni en los medios o las formas: la solución está en nosotros mismos.
Debemos ser piedra de escándalo igual que Cristo lo fue en su día, y contradecir a esta humanidad que se aleja de la Iglesia, en vez de seguirla para confundirnos con ella.
Debemos escandalizar a nuestro prójimo con la sencillez, la vitalidad y la ilusión de una fe renovada y una Iglesia ejemplar.
Un abrazo
Nacho
Lo normal sería que en las televisiones se dieran programas,informes, datos sobre la actuación social de la Iglesia, de la misma manera que se informa sobre el teatro, el cine o los deportes. Lo que sucede es que existe un bloqueo sobre este tema, a no ser que sea escandaloso. Resulta muy difícil para la Iglesia informar objetivamente sobre su actuación.
Como comentais, existe un modo que debiera resultar normal:Tanto católico presente en la vida social con un cierto prestigio debiera ser consciente de su oportunidad de ser testigo de la vida, de la creatividad, del apoyo y cercanía al dolor y la miseria, a la cultura y el arte, de la sociedad. Somos tantos que apoco que cumpliéramos todo sería distinto. Si consiguiéramos hacer normal en la calle la vida normal de la Iglesia...
...no sé yo lo que ocurriría. La Iglesia no es más que una comunidad de creyentes en Cristo (al menos la cristiana). Imagino que te refieres a esa Iglesia, cuando hablas de hacer normal en la calle la vida normal de la Iglesia. Comentario lleno de maldad, ego me acuso.
En cuanto a que cada uno somos el Templo de Jesús, de acuerdo. Tenemos que dar testimonio con nuestra existencia, y de esa manera "predicaremos" mejor. Sin embargo, vivimos en un mundo complicado, grande, con una población inmensa. Dado que es difícil que esas fuerzas de las que habla Juan Marí permitan informar como se informa del Real Madrid, puede hacerse necesario utilizar otros recursos para dar a conocer las actividades de la Iglesia, para cambiar la percepción de que la Iglesia se reduce a procesiones bajo palio y demás zarandajas.
Después de esta disgresión, probablemente sin mucho tino, desar a Juan Marí una placentera intervención mañana. Espero que no te levantes de muy mal humor (la anestesia es terrible), ya que allí estaremos para comentar esta y otras muchas reflexiones que nos quedan por hacer.
Sería interesante estudiar el impacto que produciría una campaña publicitaria en todo el planeta comparándola con el efecto de cada cristiano dando testimonio: hablando, haciendo apostolado, dando ejemplo, mostrando la alegría por la esperanza de nuestra vida.
Yo lo tengo bastante claro.
Me uno al deseo de Alfonso, deseándote, Juan Mari, una pronta recuperación para que sigas motivando y forjando una comunidad más cercana a Cristo.
Un abrazo
Nacho
Siento hacer esta modestísima aportación en un foro que me supera tan claramente.
Mi opinión es: la Iglesia tiene en la comunicación una clara asignatura pendiente. Debe mejorar en todos los niveles de la comunicación, desde luego sin excluir la publicidad, relaciones públicas, etc. Es muy triste ver cómo la imagen de la Iglesia es pisoteada continuamente, y es más "popular" por el preservativo que por su labor inmensa labor social.
Tampoco he visto el anuncio. Pero si es par "contruir imagen de marca" no parece que pedir dinero sea lo más adecuado. Pedir dinero en un anuncio en televisión suele ser, además, muy poco efectivo. Si lo fuera, me parecería correcto.
Es del todo lógico que cualquier organización intente encontrar fondos para financiar su labor social.
Un saludo para todos.
Hombre, que alegría verte por este modesto blog!!! te envío inmediatamente invitación para que puedas introducir entradas y no sólo comments.
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