miércoles, 30 de abril de 2008

En el camino (sin Kerouac)

Siento pisarle la revitalización del blog a Alfonso. Lo hago teniendo en cuenta vuestros reproches de ayer, aunque este comentario tiene fecha del 20 de marzo:¡hace ya un mes! No sé si fue la pereza o es la conciencia de la banalidad de muchas de mis reflexiones las que me frenaron; ahora os castigaré con una de ellas por vuestros cariñosos reproches a mi abandono.

Aquí va.

"Nuestra primera compañera en la vida es la inconsciencia que, con los años, se hará inseparable del atrevimiento y la soberbia. En el camino este grupo irá agotándose al igual que el tiempo nos consume y la vida nos vive, y nos abandonará. En nuestro rescate llegarán la experiencia, la duda y la paciencia: es en este momento cuando pretenderemos comprendernos y comprender al mundo; cuando florece la sabiduría o cuando la mala hierba del desencanto ahoga la nueva primavera. Desde aquí, el camino puede ser una bendita marcha hacia la luz o un triste desencuentro de la esperanza. ¡Luchemos por la primera y vayamos en su busca junto a los buenos!."

Un abrazo

Nacho

martes, 8 de abril de 2008

No solo de pies vive el hombre

Ha pasado mucho tiempo sin que hayamos colgado alguna reflexión. Durante los dos últimos meses hemos hecho de todo. Alguno arriesgó quedarse acompañando a César en Viana, otros pasearon por Cazorla, Cami tiembla cuando piensa en Bravo Murillo, yo he convivido con los curas de Solsona, el peregrino descubre nuevos caminos, pero no hemos colgado reflexiones. Si nos viéramos más amenudo alrededor de una mesa no sería necesario, pero, por desgracia, nuestros encuentros son demasiado fortuitos. Podríamos intentar cambiar impresiones antes de nuestro viaje a Tierra Santa.
Cuando iniciamos cualquier viaje procuramos ponernos al día con una guía que nos facilite nuestro encuentro con lo que visitamos. Nuestro próximo viaje es peculiar ya que no se trata solo de conocer tierras y pueblos sino de sentirlos y encuadrarlos en experiencias y sentimientos propios. Se trata de un viaje en grupo, pero, también, de un viaje personal. juntos disfrutaremos un montón y solos sentiremos y meditaremos. Es un viaje en el que, de hecho, estamos implicados como personas, porque se trata de un viaje a Tierra santa y, al mismo tiempo, de un viaje a nuestra interioridad.