martes, 30 de diciembre de 2008

Mea Culpa

No estuve en la Plaza de Colón el domingo, porque creo que no es necesario reivindicar la familia cristiana, ni que esté en peligro. Creo que los actos públicos deben de realizarse con mucho cuidado en el mensaje que se quiera transmitir, ya que vivimos en la era de los medios de comunicación de masas, donde todo depende de un titular, a partir del cual se elaborarán los análisis de los actos convocados, o de las declaraciones efectuadas. 

Tampoco escuché la homilía, pero sí los titulares que salieron de ella: "Rouco: la familia cristiana no está de moda" "Sólo existe amor en la familia cristiana", "El aborto es una de las lacras más terribles de nuestro tiempo" (en este último estoy completamente de acuerdo).

Pues bien, mi reacción fue la de reafirmarme en lo bien que había hecho no acudiendo a Colón. No quiero formar parte de ningún grupo victimista, anclado en el pasado, alarmista sin sentido, sino de uno vivo, que presente soluciones en lugar de problemas, que sea cercano primero a los que pertenecen a mi club, pero también al resto.

Esta reacción se vio incrementada ayer, cuando oí la tertulia nocturna de Onda Cero, donde se insistía y elaboraba sobre estos titulares. Los contertulios hablaban como siempre, en posesión de la verdad absoluta. Ponían a parir a la Iglesia católica en su conjunto, representada por su jerarquía. Incidían en las manidas acusaciones y contradicciones, amparados por el discurso caduco que se podía inferir de los titulares anteriores. Los contertulios a los que les tocaba hacer de contrabalanceo de opiniones se las veían y deseaban para defender sus posiciones, ya que aceptaban los titulares como ciertos. Sólo defendían, con débiles argumentos, la posiciónd e la Iglesia, diciendo que, claro ese es el mensaje dirigido a los católicos, pero que de ninguna manera se trataba de imponer ninguna cosa, como achacaban además los tertulianos agresivos con el acto. Ninguno de ellos había estado en Colón. Ninguno de ellos había leído el texto.

Pues bien, antes de escribir este comentario me he tomado la molestia de leer el texto íntegro de la homilía, y no salgo de mi asombro. La primera lectura que he hecho de la misma ha sido, como saben los que me conocen, rápida y superficial. Me ha gustado el tono, y no he encontrado más que el tercer titular, el referente al aborto, que es tratado en un breve párrafo de los 19 de los que consta el documento. Si hay algo que criticar, en mi opinión, es el poco espacio que se le dedica a esta realidad, que vemos cómo se incrementa año a año en nuestro país, fundamentada en la pérdida de valores y el hedonismo reinante. En los últimos días se han publicado las cifras de abortos "legales" en España en 2006. Ni más ni menos que 101.592, muchos de los cuales son por "riesgo de la salud materna", whatever that means. Seguro que esa cifra no hace más que aumentar año a año, y para complicar aún más las cosas, desde el punto de vista no solo religioso (y no solo desde el punto de vista de esa religión denostada por nuestros políticos, la católica, sino también por esa con la cual nos debemos aliar según los mismos políticos, la musulmana), sino puramente moral, parece que en breve contaremos con una nueva ley del aborto, más amplia y permisiva para los que se creen autores y únicos dueños de la vida humana. Este es un campo de batalla que sí que merece la pena abordar, aliándose con científicos, filósofos, líderes de opinión no solo católicos, sino de otras creencias. 

Sorprendentemente, este titular, el único que verdaderamente existe en el texto, no ha sido el más comentado en tertulias y columnas, sino que se ha pasado de puntillas. Probablemente no conviena agitar ahora este tema. Dejémoslo para cuando otros problemas más acuciantes para el político precisen de argumentos para distraer la atención.

En cuanto a los otros dos titulares, he tenido que hacer una segunda lectura, más en profundidad, para encontrarlos: El segundo ("Sólo existe amor en la familia cristiana") he de reconocer que no he sido capaz de intuirlo, si no es por el canto que hace durante todo el texto al amor, y las veces que repite el concepto de familia cristiana. Se pone de manifiesto que el ejemplo de la Sagrada Familia es el modelo que deben seguir los cristianos, y se explica a lo largo de la homilía. Pero no he sido capaz de encontrar ningún elemento excluyente en el que se reivindique de manera exclusiva la existencia del amor para las familias cristianas... lo único que se propone es que "es posible y necesario dar testimonio ante el mundo de la alegría honda y duradera que trae la familia cristiana", o "la familia cristiana ...anunciar la verdad del Evangelio con obras y palabras..." 

Por buscarle tres patas al gato, a alguno que no pertenezca a este club -club al que como ha dicho antes en la homilía se puede pertenecer solo con la voluntad, ya que "...la gracia a todos se ofrece y que a nadie rechaza, a no ser que sea ella misma rechazada..."- al de la Iglesia, puede disgustarle la afirmación que se hace al final de la predicación: "¡el futuro de la humanidad pasa por la familia, la familia cristiana!", definida como la unión de varón y mujer abierta al don de la vida: los hijos. Obviamente no es un modelo exclusivo de la familia cristiana, ya que existía con anterioridad a Jesús, y existe hoy en otras confesiones, e incluso entre ateos. Es el único exceso que he podido encontrar en las palabras de Rouco, disculpable sin duda si tenemos en cuenta que se trataba de una homilía dirigida a sus fieles católicos, ¿no creéis?

Por último, la interesada y extravagante malinterpretación del primer titular: "la familia cristiana no está de moda". Lo que dijo Rouco es lo siguiente: "Estamos convencidos, ... de que no sólo es posible concebir, ordenar y vivir el matrimonio y la familia de forma muy distinta a la que en tantos ambientes de nuestra sociedad está de moda y que dispone de tantos medios y oportunidades mediáticas, educativas y culturales para su difusión, sino que, además, es la que responde a las exigencias más hondas y auténticas de amor y de felicidad que anidan en el corazón del hombre. ¡El futuro de la humanidad pasa por la familia!, insistía Juan Pablo II. La familia “es la principal agencia de paz”, afirmaba Benedicto XVI." 

Es decir, en ningún momento pronunció Rouco tan apocalípticas palabras, sino que frente a las nuevas formas de relación que tratan de llamarse matrimonio, y que son objeto de protección de medios y progres, es posible concebir el matrimonio y la familia de manera tradicional, o en palabras del cardenal, "cristiana". Es una propuesta, nunca una imposición, como también se recuerda en la homilía, citando a Juan Pablo II "Testimoniad con vuestra vida, que las ideas no se imponen, sino que se proponen".

Y a mi no me pagan por no informar a mis lectores o oyentes. Estos periodistas que se rasgan las vestiduras por aparentes negligencias o malas praxis de otras profesiones (a los mismos les he escuchado cortarse las venas porque la sanción al juez Tirado ha sido muy liviana, desconociendo otra vez el fondo del asunto), 
son unos irresponsables. Quiero creer que es solo la falta de profesionalidad, la superficialidad de sus valoraciones las que les empujan a actuar de esta manera. De otra forma habría que calificarles no de incapaces, sino de delincuentes.

En definitiva, creo que se trató de una buena homilía muy mal atendida desde el punto de vista de los medios de comunicación. La pompa, los ritos exagerados, la falta de sencillez y alguna compañía taliban tampoco ayudaron a que el verdadero mensaje de la misma pudiese ser difundido apropiadamente.

He dicho.

lunes, 29 de diciembre de 2008

2009

Quedan un par de días para iniciar un nuevo año. Sin perjuicio de que normalmente los propósitos importantes se hacen con el inicio del año escolar, el 1 de enero también es una buena excusa para nacer de nuevo, para plantearnos nuevos retos y desafios que nos hagan mejores.

Parece que el 2009 tiene todas las trazas de ser un annus horribilis, al menos desde el punto de vista económico. Descenso de la actividad, paro, pobreza, tensiones, violencia... Todos vamos a sufrirlo. En los buenos años hemos crecido, y como el resto de la humanidad nos hemos endeudado, en mayor o menor medida, para alcanzar más rápidamente nuestros objetivos. Algo hemos ahorrado, esperemos que sea suficiente para cubrir cualquier eventualidad que pueda surgir. 

Recuerdo mis conversaciones de Vespino con mi amigo Cami en los ya lejanos años de COU, en os que mantenía la teoría de que no había que hipotecarse para comprar una casa, sino que había que hacerlo cuando se tuviese el dinero suficiente. Me vienen a la memoria, con mucho cariño otras teorías peregrinas que discutíamos camino de la calle Lagasca, pero no vienen al caso.    

No hemos de perder la perspectiva y saber que a nuestro alrededor mucha gente sufrirá más que nosotros, que somos unos privilegiados. Existen ya en España cientos de miles de hogares sin ningún tipo de ingreso, y desgraciadamente la perspectiva es que este drama aumente exponencialmente. ¿Podemos hacer algo al respecto? Probablemente poco, pero algo sí que podemos y debemos hacer. Cada uno en la medida de sus posibilidades. Bastará en algunos casos con una sonrisa de apoyo, en ser capaces de escuchar en otros, en poder paliar con un pequeño donativo alguna situación coyuntural, o poder ofrecer un trabajo a alguien que lo necesite. Todo estará en función de las posibilidades de cada uno. 

Podemos hacerlo de manera pasiva, esperando que se cruce la oportunidad ante nuestros ojos. Somos unos privilegiados y, sin duda, esa oportunidad la tendremos, la tenemos -sin darnos cuenta- a diario. O podemos dar un paso adelante y comprometernos de alguna manera. Ese puede ser un buen objetivo para 2009, incluso de los calificados como importantes, de esos que nos fijamos a comienzo de cada curso. Sin duda, no hacía falta esperar a este 1 de enero para planteárnoslo. Probablemente forme parte del elenco de buenos propósitos que tenemos todos los comienzos de curso, todos los 1 de enero, o incluso todos los días. Pero utilicemos la excusa de que nunca nos hemos encontrado ante una situación económica como esta que se avecina para implementar este deseo.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Para iniciar el Año Nuevo (por Xabier Azkoitia)

1
. Apasiónate con tu vida y con la de los demás. Trátate con ternura y trata bien a los demás. No pidas a la vida lo que no pueda darte.
2. Evita todo sentimiento negativo. No gastes fuerzas en cosas que no merecen la pena. Sé una persona disciplinada.
3. C
ontrola tus sentimientos agresivos. No ataques a nadie. El buen humor, con una mezcla de sana ironía, te hará más tolerante.
4. S
é tú mismo. Y no vivas pendiente de “lo que dicen” o “no dicen” de ti. Eres lo que eres con tu estatura, fisonomía e inteligencia. No envidies a nadie. L oque los demás digan no añadirá nada a tu valer.
5. N
o trabajes ni a tontas ni a locas. Toda persona ha de tener un ideal de vida, una meta que anime su trabajo.
6. S
i alguien se interpone con sentimientos negativos en tu vida, ignóralo. Y no te sientas culpable.
7.
Pon amor donde hay amor. Y donde no lo hay, también. El amor siempre proporciona la alegría e vivir.
8.
La realidad de la vida es más bella que la fantasía. Acéptala. Esto, aquello, podría haber sido “de otra manera”, pero es así: acepta la realidad “como es” y mejórala en lo que puedas.
9.
Canta con frecuencia. Sobre todo, sobreponte en los momentos de dolor, fracaso, contradicción, dulcificando tu carácter.
10
. Fomenta la amistad. Un buen amigo es imprescindible. Con un amigo gustará más la alegría de vivir la “vida de cada día”
11
. Haz en tu corazón un nido cálido para la paz. Desde él volará y visitará otros lugares, pero a ti nunca te abandonará.
12
. Tienes un gran tesoro formado por pensamientos, palabras, deseos… No seas avaro. ¡Compártelo! Mírate al espejo y siéntete feliz. No eres muy diferente de otras personas, pero eres Vida. No la encierres en los límites estrechos del tener.

Y Dios creo a los runners

El Todopoderoso había construido ya el universo y estaba contemplando el espectáculo cuando uno de los numerosos proyectistas que habían colaborado en el designio divino se acercó a él con un cierto desconcierto.

¿Deseas algo?, le preguntó el Creador con aspecto risueño.

Sí, Señor, antes de que des tu bendición a esta obra tuya, quisiera mostrarte un pequeño proyecto en el que hemos trabajado un grupo de jóvenes, y sacó de su carpeta un folio con el dibujo de una especie de pequeña esfera, situada bajo la protección de una estrella que la calentaba.

Déjame ver, dijo el Todopoderoso, como si no estuviera enterado del proyecto de sus ángeles más inquietos. Parecía un planeta más, pero más pequeño y menos interesante. Solo que, según sus arquitectos, en él habría vida.

Sonrió Dios mientras observaba la elaboración de una de sus ideas preferidas: un espacio con seres naciendo, creciendo, fructificando, multiplicándose y muriendo. Miles de espíritus habían elaborado el proyecto y dibujado los distintos seres en sus detalles más nímios: bacterias, virus, camellos y dromedarios, cuyas diferencias no aparecían claras en los bocetos, dinosaurios, elefantes, con una enorme nariz a la que llamaban trompa, las ballenas, acogidas con enorme simpatía por los ángeles, las mariposas, los perros a quien un querubín solitario llamó con entusiasmo Boby. La asamblea de espíritus participaba con atención, soltando silbidos o aplausos, mientras miraban de reojo las reacciones de Dios, de aceptación o rechazo.

Cuando parecía que el concurso de ideas tocaba a su fin, se presentó un espíritu arquitecto ligeramente desaliñado con un folio en que presentaba dos animales extraños y, aparentemente, inacabados. El macho y la hembra tenían cuatro extremidades, pero, aparentemente, solo se movían con dos.

El Creador se sobresaltó al recordar su idea primitiva y sus dudas sobre su oportunidad. No resulta muy atractivo, señaló, ¿qué utilidad tienen?, preguntó, como si el asunto le resultase nuevo.

Señor, a pesar de la apariencia de este simio especial, me he atrevido a idearlos a tu imagen y semejanza. Serán los únicos que tengan razón, el único capaz de ser consciente de tu existencia.

Dios sonrió interiormente. Ningún ser vivo, sea de la clase que sea, será indiferente a mi existencia, pensó. Tendré que sugerir a su tiempo a Francisco de Asís que lo señale con claridad, porque estos seres (los humanos) serán, a veces, tan majaderos que se creerán autónomos. Esto lo masculló con una cierta ternura, al recordar todo su proyecto para lo que, todavía, solo era un diseño en un papel. Y sin que se notase su especial interés por la nueva propuesta la aprobó con la misma fórmula con que había aceptado las pulgas o las langostas.

En ese momento, cuando parecía que la audiencia tocaba a su fin, se acercó titubeando un espíritu espigado, ligeramente arrogante, con un diseñó que inmediatamente llamó la atención de la concurrencia: se trataba de unos seres semianoréxicos, con dos piernas enormes y un cuerpo desgarbado. Son los runners, Señor, comentó Loyola, el complemento y la alternativa a los seres humanos.

A Dios le cogió desprevenido. Era consciente de todos los problemas que iba a acarrear la existencia de los humanos, pero no ubicaba a los runners. ¿Cuál es su razón de ser?, preguntó. Los hombres que acabáis de aprobar pueden ser intelectuales… comenzó a decir el espíritu intrépido. ¡Qué horror!, soltó el Señor, ¡cuántos problemas!  Exactamente, Señor. Por eso sugiero estos nuevos vivientes que dedicarán su tiempo a correr, ofreciendo una alternativa sana a los problemas que inevitablemente crearán y experimentarán los humanos.

Pero, ¿no aumentará su soberbia a medida que consigan superar las dificultades y acortar sus tiempos? Oh, no Señor, sonrió pícaramente. Ese peligro es real, pero el remedio inmediato. Serán muy conscientes de sus debilidades, de las limitaciones de su físico, de las lesiones. No habrá fisioterapeutas suficientes para mantener indefinidamente su tentación de autosuficiencia. Tendré que crear algunos curas para animarles y conducir sus sillas de rueda, se prometió el Todopoderoso, mientras el espíritu se prometía que su idea estaba siendo aceptada.

Dios era consciente de que cada  espíritu se había encariñado con las criaturas que creía haber diseñado, pero sintió especial simpatía por este ágil ángel mensajero, acostumbrado a cumplir a rajatabla los deseos de su Dios por medio de innumerables recorridos entre los diversos cielos, y quiso animarle. ¿No será una fuente de complicaciones tu invento? ¿No hará falta dotar a su existencia de algún sentido? O piensas simplemente en una nueva especie que no aporte nada más que el sentido estético de verles corretear por parques y jardines?

Señor, todas tus especies tienen su razón de existir. Por simples que parezcan han de tener su lugar en el Universo. Cierto es que los runners pueden convertirse en floreros, en una subvariedad sin más de esa especie que te presentó mi hermano, el desaliñado. Pero piensa Señor, que les podemos dar una utilidad. Podemos hacer que correr signifique algo para cada uno de ellos, y que con su ejemplo puedan mover el mundo. Déjame que te explique:

No creemos unos runners autómatas, sólo preocupados por ellos mismos. Dotémosles de los mismos valores que les damos a esos simios con razón, pero elevados a la enésima potencia. Veamos cómo son capaces de utilizar sus talentos en libertad. Sin duda, correr exige esfuerzo, voluntad, exigencia. Démosles esos valores, incrementados. Si son capaces de utilizarlos en beneficio de quienes les rodean habremos contribuido a compensar las ideas que algunos pseudointelectuales más apáticos introduzcan en la sociedad. En el peor de los casos, si alguno es tan egoísta de quedárselos para sí mismo, será un engendro infeliz, pero no más que un egoísta apático.

Dotémosles de algo de inteligencia, como para que puedan discernir dónde están sus límites. Pero que esa inteligencia sea muy flexible, de manera que les permita explorar en los territorios fronterizos, lo que les hará felices. Si lo hacen correctamente, podrán demostrar al mundo que gracias al esfuerzo y solo gracias al esfuerzo puede moverse, progresar.

Hagamos que no encuentren en sus correrías una razón para estar solos, para solo mejorar individualmente. Potenciemos en ellos el valor de la solidaridad, y el de la amistad. Sin duda se encontrarán ante momentos duros, torcidos por lesiones o enfermedades, propias o de sus seres queridos. Si han aplicado correctamente los valores de la autoexigencia y de la no complacencia, seguro que serán más generosos con sus congéneres runners –y aún si me lo permites, con aquellos no tocados con ese privilegio-.

Proporcionémosles la conciencia del ejemplo. Sin duda, estos runners vivirán en sociedad, y pueden ser un buen instrumento para dar testimonio de tu obra Señor. Tendrán una familia, unos hijos a los que inculcarles además del Amor por Ti, la necesidad de ser buenos seguidores de tu hijo. Pero vivirán en sociedades en las que el no premiar el esfuerzo provocará tentaciones de vagancia y debilitamiento moral. Por eso será necesario que vean en sus padres el esfuerzo no solo en lo importante, sino también en lo nimio, ya que muchas veces es más fácil encontrar el ejemplo en las actitudes, no sólo en los actos.

Pero Señor, además de todo lo anterior, creo que debemos pedirles un sentido adicional a su existencia. Aquí es donde me encuentro con alguna dificultad en mi planteamiento, pero sé que Tú serás capaz de completar mi propuesta. Debemos dotar a los runners de algún objetivo, para evitar que corran en círculos, como gallinas descabezadas. Necesitarán de entrenadores, en el plano físico para evitar lesiones y aplacar sus ansias de tomar atajos para llegar antes a la meta. En el plano espiritual no estaría de más, Señor, que les presentásemos también consejeros, para que pudiesen reconducir esa energía extra que les va a proporcionar el correr tanto a ser partícipes en tu obra. ¡Hagamos de ellos peregrinos del mundo, apóstoles del mensaje de tu hijo!  Estarán en el camino Señor, pero éste debe conducirles a alguna parte. Y esa parte de la propuesta no soy capaz de rematarla.  

Por último, Señor, si me permites una pequeña licencia, presentémosles unas parejas excepcionales. Parece que hemos consensuado que el día tendrá 24 horas para todas las especies, y que no podemos hacer excepciones, ni siquiera en el caso de los runners. Para poder estar a punto necesitarán entonces robar algunas horas a esos días tan inflexibles en cuanto a su duración. Ellas servirán de apoyo a todos sus esfuerzos y podemos utilizarlas para que, junto a los consejeros y entrenadores, les llamen la atención cuando se les vaya la cabeza y parezca que lo convierten en una obsesión. Además les acompañarán a aquellas carreras en donde de verdad pongan a prueba su capacidad.

Loyola era honrado y no podía engañar, pero, sin sospecharlo, quedó atrapado por las razones que en el futuro esgrimirían los actores de su propio invento. Señor, el ejercicio mejorará tanto sus capacidades que llegarán a todo con nuevos bríos y mejor espíritu. ¿Se acordarán más de su Creador?, siguió insistiendo Dios. Al menos tendrán motivo, pensó inquieto el proto-runner. En efecto, mientras corren, tienen una inmejorable ocasión de pensar en lo que son, en su origen, en su larga peregrinación, en la meta final, en la suerte que tienen de haber pasado de un boceto a la vida eterna. Sí Señor, contestó con esperanza, si son felices y capaces de amar, te darán gracias porque tú eres la fuente de sus capacidades y de su alegría.

 Dios quedó complacido ante la verborrea de Ignacio. Y creó a los runners. Les dio aquellos valores solicitados por el de Loyola, y les confió además a su ángel favorito para que les acompañase  en su camino, para que con su paciencia cuasi infinita les recordase la razón de su existencia, y no permitiese que olvidasen nunca hacia dónde tenían que encaminar sus pasos.

Sonrió complacido. Tuvo ante sí a todos los chiflados que su creación iba a generar y pensó que era bueno. Pasaron ante sí a aquellos runners que corrían por montes, valles, parques y ciudades: camis, inmas, alfonsos, javieres, luises, ignacios, adelas, matéses, joanes…pintorescamente ataviados, extrañamente competitivos, filósofos en los primeros kilómetros de sus carreras ligeramente congestionados en los últimos, solidarios en sus caídas…y pensó que era bueno. Fue consciente de que quedaban cabos sueltos para que fuesen del todo como él quería, pero, para abordar ese tema, además de a su consejero favorito pensó en  darles voluntad y buen espíritu.

Finalmente, estampó su firma en el proyecto “runners”.

Por Juan Mari y Peregrino, al "alimón"


RESUMEN DE LAS IDEAS QUE DI EN LA CEE

“Las víctimas de la crisis: ¿Qué implicaciones económicas, sociales y éticas se muestran en todo este proceso?”

Cuatro consideraciones previas:

1.- En la actualidad vemos como los poderes públicos se han lanzado al denominado rescate del sistema financiero, basado fundamentalmente en imprimir dinero. Este dinero se inyecta en el sistema a través de las entidades financieras. Sin querer descargar la responsabilidad que todos y cada uno de los agentes del mercado tienen en la actual crisis económica, parece que son éstas, junto a la falta de supervisión y ineficaz regulación del mercado por parte de los poderes públicos, las que tienen una mayor responsabilidad en el caos que estamos viviendo.

Ha fallado la regulación establecida por los distintos gobiernos. Las leyes han sido ineficaces para monitorizar las relaciones, los acuerdos, los flujos de dinero. Han ido siempre por detrás de la realidad económica, han sido dictadas por personas analfabetas en la materia. El sistema ha fallado.

Las entidades financieras han sido verdaderos protagonistas en esta crisis. La principal función de las entidades financieras es la de prestar el dinero que reciben a través de los depósitos a otras personas o compañías para puedan desarrollarse. Pero han inventado un mercado artificial, que crecía constantemente de manera artificial. Su voracidad en la consecución de beneficios a corto plazo ha provocado la ficción de que el dinero creaba dinero, y han conseguido apalancar (hacer crecer el endeudamiento) tanto de la sociedad como de las mismas entidades financieras, hasta cotas inasumibles por el sistema.

La sociedad civil, tanto particulares como pymes, son fundamentalmente víctimas de la mala praxis tanto de poderes públicos como de entidades financieras. Aunque también debe considerárseles corresponsables de la crisis. La falta de valores, la falta de una ética cristiana, basada en la solidaridad, la austeridad, ha dejado paso a que la aspiración del estado del bienestar nos haya tenido adormecidos en las últimas décadas.

2.- La sociedad civil reclama soluciones a los dos mayores responsables del actual fiasco. Y estos reaccionan con medidas a corto plazo (impresión indiscriminada de dinero que traerá fatales consecuencias en el futuro), que se implementan además a través de esas entidades financieras que siguen anunciando beneficios a pesar de tener grandes agujeros en sus balances. Y ese dinero nuevo no llega además al mercado, a la pyme y al trabajador. Dos claros ejemplos: la inyección de 8.000 millones de euros a los quebrados ayuntamientos, que servirá únicamente para que puedan pagar parte de sus deudas y no para generar el prometido empleo (el empleo no lo olvidemos deben generarlo las empresas y los autónomos, no los poderes públicos). El segundo ejemplo nos lo dan las líneas ICO, destinadas a ayudar a pymes, pero que se instrumentarán a través de esas entidades financieras que niegan ese necesario crédito a las pymes.

3.- Es cierto que hemos vivido un ciclo de bonanza económica, en la que ha crecido el nivel de vida en los países desarrollados. Pero esto no ha servido para que se incrementase en la misma medida en el resto del mundo. Todo lo más, lo que se ha conseguido es que la brecha no se ampliase. En España la clase media, la predominante, ha visto mejorar sus niveles de renta hasta niveles insospechados hace solo unas décadas. Pero se ha visto arrastrada, como en el resto del mundo desarrollado, a un endeudamiento por encima de sus posibilidades de repago. En cuanto la economía, basada fundamentalmente en la construcción y en servicios que no son de primera necesidad (turismo), se ha enfriado, gran parte de esa clase media perderá su puesto de trabajo, sus posibilidades de generar los ingresos necesarios para hacer frente a las obligaciones acumuladas. Y en primer lugar de dichas obligaciones, está la deuda, bien sea hipotecaria o personal, con las entidades financieras. Dicho de otra manera, el español no ha sido capaz de ahorrar en los tiempos de bonanza. Nuestros políticos han incentivado una vida tendente a la superficialidad al consumismo. Las entidades financieras no han favorecido el ahorro tanto como el endeudamiento. En definitiva, no estamos preparados para afrontar una crisis de las proporciones de las que se nos avecina.

4.- Lo que se precisa hoy son soluciones no solo a corto plazo, sino a medio y largo. Y estas medidas nunca serán tomadas por los gobiernos de turno. El actual sistema, -la democracia es el peor de todos los sistemas políticos, con excepción de todos los sistemas políticos restantes, como diría Churchill- ha creado una clase social distinta y distante de la sociedad civil: la clase política. No son los mejor formados, ni los que han demostrado una mejor capacidad de gestión, ni siquiera los que tienen mayor vocación de servicio, los que acceden al poder dentro del sistema de partidos políticos. Y además, se encuentran con la presión de que deben ser elegidos cada cuatro años. Las soluciones que adoptarán serán las necesarias para asegurarse la reelección, ya que esta es la manera en la que funciona el sistema. Y esas medidas, en tanto en cuanto sean necesarias pero impopulares no serán nunca adoptadas. La creación de déficits públicos lo único que hace, si no se acompaña de medidas a medio plazo, es no solo hipotecar el futuro de las siguientes generaciones,  sino el nuestro propio.

5.- La crisis actual se ha manifestado en el ámbito económico. Pero esta es solo la punta del iceberg.  Nos enfrentamos a una crisis de la cultura occidental, al declive de la forma de vida que se ha desarrollado durante el siglo XX. Como se mencionaba con anterioridad, han desaparecido los valores sobre los que se fundaba (la ética cristiana). Se han relajado las costumbres de manera que hemos adormecido a la sociedad civil, la hemos convertido en indolente, en relativista. Lo importante no es el esfuerzo, sino el poder, el dinero fácil. Dinero crea dinero ha sido la máxima en los últimos tiempos.

Incidencia de la crisis en las pymes:

1.- Descripción de la situación

En Madrid existen más de 500.000 empresas, de los tres millones existentes en España.

Son responsables de más del 95% de los puestos de trabajo, siendo particularmente importante la incidencia de las micropymes, es decir, empresas con hasta 10 trabajadores.

En España se encuentran agrupadas en asociaciones empresariales, siendo la más representativa en Madrid CEIM, que agrupa a más de 200 asociaciones sectoriales y territoriales.

Las pymes han sido las protagonistas del crecimiento económico hasta 2007, tanto en la creación de riqueza como de puestos de trabajo

2.- El modelo de crecimiento se ha basado en el apalancamiento, en el endeudamiento. Las administraciones y las grandes empresas, con su poder de compra, han retrasado los pagos (de manera que las grandes compañías de distribución, por ejemplo Carrefour, basan gran parte de sus beneficios en cobrar al contado y pagar a 90 ó 180 días). Esta práctica –el descuento comercial- obliga a las pequeñas empresas que quieran trabajar con ellos a acudir a la entidad financiera para que le adelanten el dinero que necesitan para pagar el coste de las mercaderías o los salarios de sus trabajadores. En un sistema sano, las ventas no deberían financiarse a través de las entidades financieras. El retraso en el cobro de las mismas no debería superar el tiempo que nuestro cliente necesitase a su vez para cobrar sus ventas, lo cual, en un sistema tan informatizado y globalizado como el actual, no debería llevar, en ningún caso, más de 30 días. Si se consiguiese acortar los plazos de cobro a estas fechas se reduciría en gran parte ese dinero artificial corresponsable de la crisis económica actual.

En los últimos años hemos asistido además a un crecimiento de los beneficios de las pymes y con ello a una mayor renta disponible para empresarios y trabajadores. La falta de principios, la necesidad de maximizar el beneficio a corto plazo que mencionábamos antes, ha hecho que esos beneficios se utilizasen para que junto con un mayor endeudamiento se alcanzasen cotas de crecimiento más rápido. Pero si un año no crecen los beneficios, o incluso si desaparecen, no se puede repagar el apalancamiento, arrastrándose el patrimonio empresarial. Si además tenemos en cuenta la facilidad con la que se confunde el patrimonio personal con el empresarial  en el caso de pequeñas empresas, nos encontramos con los dramas que leemos todos los días en los periódicos. Esto en el caso de los empresarios o autónomos, pero en el caso de los trabajadores vemos replicada la situación, ya que la renta disponible con la que contaban fruto del aumento de los sueldos derivada de la mayor actividad económica, hizo que estos se endeudaran por encima de sus posibilidades, no solo para adquirir la propia vivienda, sino para aspectos más marginales, como la compra de un coche, de la segunda vivienda, o incluso para financiar ocio –buen ejemplo son los viajes o los “caprichos”-.

3.- Descripción básica de lo que se conoce como “credit crunch”

Las empresas utilizan para su negocio diario líneas de crédito, normalmente basadas en el descuento comercial, para poder financiar su actividad. Estas líneas tienen normalmente una duración anual, y han venido renovándose de manera casi automática. Sin embargo, al carecer las entidades financieras de la liquidez necesaria para atender a sus obligaciones (también ellas han utilizado sus recursos para apalancarse con otras entidades financieras, y les reclaman esas deudas), lo que hacen es no renovar esas líneas y exigir a las pymes la devolución inmediata del dinero. La pyme no puede entonces hacer frente a sus pagos corrientes, deteriorándose sus balances inmediatamente. No pueden pagar los salarios, por lo que deben despedir a sus trabajadores lo que, además de de los dramas personales que ello implica, hace que descienda el consumo y con ello las ventas. En un entorno en el que no existen ventas la obligación es realizar continuas promociones, rebajas, lo que implica un estrechamiento de los márgenes empresariales, y con ello la posibilidad de pagar los salarios pactados. Es un círculo vicioso del cual es muy difícil salir.

4.- Conclusión:

El mal llamado estado del bienestar nos invita a trabajar menos y ganar más. Lo que valen son los derechos, olvidándonos de las obligaciones inherentes a los mismos.

Lo que se hace necesario es darle la vuelta al aforismo anterior. Es necesario que trabajemos más, y desgraciadamente ganar menos, durante los próximos años.

Lo que hoy es una crisis tenemos la obligación de convertirlo en oportunidad: la refundación de nuestra sociedad, de nuestra cultura, volviendo a los valores tradicionales y, en el caso de la iglesia, llamando la atención acerca de la validez de la ética cristiana, utilizando los mensajes de Jesús, como la parábola de los talentos, y el Sermón de la Montaña, como base de dicha refundación.  

martes, 16 de diciembre de 2008

Propósitos para el Adviento

En este tiempo de Adviento, permítanme presentarles algunas sugerencias:

Acaben con una riña. Hagan la paz. Busquen a un amigo olvidado. Despejen la sospecha y sustitúyanla por la confianza. Escriban una carta de amor.

Compartan un tesoro. Respondan con dulzura, aunque les gustara una respuesta brutal. Alienten a un joven a tener confianza en él mismo. Mantengan una promesa. Encuentren tiempo, tómense tiempo. No guarden rencor. Perdonen al enemigo. Celebren el sacramento de la reconciliación. Escuchen más a los otros. Pidan perdón si se han equivocado. ¡Sean gentiles aunque no se hayan equivocado! Traten de comprender. No sean envidiosos. Piensen antes en el otro.

Rían un poco. Ríanse un poco más. Gánense la confianza. Opónganse a la maldad. Sean agradecidos. Vayan a la iglesia. Quédense en la iglesia más de tiempo de lo acostumbrado. Alegren el corazón de un niño. Contemplen la belleza y la maravilla de la tierra. Expresen su amor. Vuélvanlo a expresar. Exprésenlo más fuerte. Exprésenlo serenamente.

¡Alégrense porque el Señor está cerca!

Padre Thomas Rosica

lunes, 15 de diciembre de 2008

No es un chiste de Gila, aunque lo parezca

Chacón contrata vigilantes de seguridad privados para proteger los cuarteles

jueves, 4 de diciembre de 2008

Desgraciadamente tenemos que volver a hablar de esto

Es difícil mantener la calma y sobre todo, contener la rabia y la indignación cuando ETA ha vuelto a matar, y lo ha hecho además en un pueblo gobernado por ANV. Porque conozco esa execrable normalidad que acompaña a cada atentado no sólo en el PV, sino también en el resto de España. Me sigue impresionando escuchar a los vecinos del asesinado relatar lo ocurrido, y no verles la cara, no soporto ese miedo que les hace esconderse; ese miedo y ese desprecio hacia el sufrimiento de los demás. Me llena de hastío escuchar una vez más las palabras de condena de nuestros responsables políticos, escuchar a nuestro presidente del gobierno decir que los etarras se pudrirán en la cárcel, escuchar al lehendakari vasco llamar valientes a los empresarios vascos. 

Me llena de asco saber que la familia de Ignacio Uria comparte vecindario con los chivatos y los encubridores, me llena de dolor y de rabia comprobar que año tras año, atentado tras atentado, la historia se repite sin que nada cambie. Yo me pregunto, ¿tenemos los vascos derecho a la y griega, a la alta velocidad? ¿Cómo se entiende que se construya una carretera escoltando a los trabajadores? Cada vez que circulo por la autovía que une Pamplona con San Sebastián, pienso en los tres asesinados por ETA., ¿tenemos derecho al progreso en estas infames condiciones? ¿Cuándo vamos a tener líderes políticos de verdad que asuman la responsabilidad de combatir el terrorismo? Porque la democracia vasca es una mentira, la empatía vasca es otra gran mentira, y hasta que no reconozcamos todos el problema, nada va a cambiar, nada, para nuestra desesperación, nuestra frustración permanente ante líderes frívolos e incapaces. Exijo que se dé prioridad a derrotar a ETA en todos sus frentes, porque por mucha carretera estupenda que tengamos, por mucha infraestructura moderna que construyamos,seguiremos siendo la vergüenza de Europa.

Precisamente había preparado una intervención para una universidad en Madrid y había escogido el episodio que marcó mi compromiso contra ETA; curiosamente,  tiene que ver con otra gran infraestructura vasca, la nunca operativa central nuclear de Lemóniz; el 29 de enero de 1981 José María Ryan era secuestrado por ETA; José María era el ingeniero jefe de la central nuclear de Lemóniz, en Vizcaya, una central que nunca llegó a funcionar y con un historial de atentados y víctimas terrible; ETA pide a cambio de su liberación el desmantelamiento de esta central nuclear. Ocho días después, aparece su cadáver con un tiro en la nuca, los ojos vendados, maniatado, al borde de un camino forestal. Tenía 39 años. Mujer y cinco hijos. Los medios entonces mencionan a la "organización militar ETA", autora del crimen, en esto hemos mejorado sustancialmente,  pero  en sus declaraciones anónimas, lo cual sigue siendo igual de repugnante, los compañeros de Ryan se refieren a él "como un euskaldún de toda la vida". Vamos, "uno  de los nuestros", uno de los que nadie en el pueblo sospecha que pueda ser objetivo de ETA. Uno de los que nunca se "mete en política" -como si defender la democracia y la vida de todos fuera política-  

La palabra "terrorismo" no aparece en ninguna de las líneas que he vuelto a leer. Yo estudiaba entonces COU, tenía 17 años, y la fotografía de esta víctima en un blanco y negro sobrecogedor, su historia, me impactaron profundamente; tanto fue así que participé por primera vez en  una manifestación en San Sebastián, con una compañera de clase, y recuerdo muy bien los insultos de quienes nos observaban desde las 
aceras, las piedras que volaban sobre nuestras cabezas. En el instituto apenas hubo espacio para el debate, no creo recordar que se interrumpieran las clases como sucedía cuando se apresaba a algún terrorista o fallecía alguno de los asesinos mientras manipulaban explosivos. Pero me consta que se produjo la primera huelga en el PV por una víctima del terrorismo. Tengo que admitir que aún sabiendo lo que sucedía a mi alrededor, tomé consciencia del problema del terrorismo por aquella noticia, y muy especialmente, por aquella fotografía que recogieron todos los medios de comunicación. Fue aquella imagen en blanco y negro la que me impulsó no sólo a tomar conciencia, sino a movilizarme por primera vez contra el terrorismo, pero también por las víctimas, por su inocencia, su soledad, su vulnerabilidad frente al  monstruo del terrorismo. 

El nacionalismo se defendía en los medios de las acusaciones de ETA de su último comunicado, y no dedicaba una sola línea a la víctima. El poder, en este caso, el nacionalismo vasco gobernante, ignoraba una vez más a la víctima. Hoy el lehendakari estará en una manifestación ajeno  a su responsabilidad, como un vasco más, aunque no lo es, es el RESPONSABLE de todos nosotros, es NUESTRO presidente, y no puede esconderse entre la, espero, multitud, insisto, escondido entre los suyos. Es como la camorra, a veces la familia terrorista mata  incluso a sus propios miembros del clan, por eso la indignación hoy entre el mundo nacionalista es tristemente mayor.

Hoy algún medio de comunicación nos mostraba una interesante partida de cartas, la que jugaba a diario Ignacio Uría. Ayer volvió a jugarse. Sin él, pero estoy segura de que ya habrán encontrado repuesto, allí, la vida sigue, con o sin Ignacio, con o sin  atentado. Para qué inmutarse. Tú puedes ser el próximo, así que callandito a casa, y ni un comentario en las tiendas, en el trabajo, o con algún vecino en el ascensor de tu casa, sólo con los que conoces muy pero que muy de cerca, vamos, t u madre o alguien así. Con el resto nunca se sabe. A mí misma me sucede. En algunas tiendas  conmigo hablan los dueños, pero en cuanto entra alguien, enmudecen.

Cuando era joven, debería decir más todavía,  no fue mi entorno escolar o educativo, ni el social, ni siquiera el familiar, mucho menos el político, el que despertó mi interés por el problema del terrorismo y por las víctimas del terrorismo, antes de serlo yo misma; no vino nadie a mi casa a buscarme y pedir mi solidaridad por la causa, como tampoco sucederá con los demás. En mi caso, fueron los medios de comunicación los que sirvieron de espejo neutro, opaco, para acercarme a la realidad. Hoy esa información se ha tornado opinión en la mayoría de los casos, y no sé muy bien cual es su percepción. 

Los barómetros y las encuestas siguen mostrando a una sociedad preocupada por el terrorismo, contraria a la negociación y que apoya a las víctimas. O debería decir que ha tomado partido por las víctimas como si fuéramos un frente anacrónico abierto. Yo quiero defender una vez más, primero, mi frustración porque ETA sigue matando,  pero también porque siento que estamos gobernados por líderes incapaces y sin voluntad de trabajar por terminar con el problema del terrorismo; quiero reivindicar nuestro cansancio ante la absurda normalidad con la que se convive en el País Vasco;  no puedo imaginar el miedo con el que los trabajadores de la Y Griega vasca saldrán hoy y los demás día s a trabajar. Toda mi solidaridad desde aquí para todos los trabajadores del País Vasco. 

Quiero reivindicar mi independencia, pero también nuestra diversa afiliación política; nuestra necesidad de que se respete a las víctimas en los momentos de mayor dolor para que no se exhiba nuestro sufrimiento, y también cuando nos manifestamos públicamente. Nuestro derecho como colectivo a exigir determinadas actuaciones políticas y a sancionar aquellas que atentan contra nuestro principio de justicia. Quiero defender hoy más que nunca la memoria de quienes han sido asesinados, sobre todo a Ignacio Uría, desde la dignidad y la coherencia, desde mi compromiso, por pequeño que sea.  Y recordar que todos somos necesarios. Especialmente desde la responsabilidad que nos une a nuestros hijos.



Ana Iribar

Viuda de Gregorio Ordóñez

Precioso documento de mi amigo McCoy

En el silencio de la noche, entre dolores de parto, se oye un llanto, leve al principio, vigoroso después. El llanto de un recién nacido, vulnerable. Una madre, joven, comienza a respirar de forma más sofocada. Un padre, inexperto, hace lo que puede por limpiar tanto al uno como a la otra. Por toda compañía, dice la tradición, una mula y un buey. No interrumpen su rumia. En el silencio de la posada, algunos cambian de lado entre sueños. Qué habrá sido eso. Y siguen durmiendo ajenos a lo que sucede a unos metros de sus camas. Y, sin embargo, acaba de cambiar el curso de la Humanidad. Dios vuelve a hablar a su manera, desde el suave susurro de la brisa, desde la triste indiferencia de la noche.

Llega la hora del sueño para los pastores. Perra vida. Despojos de la sociedad judía. Los sucios a los que nadie quiere por compañía. Uñas negras, dientes sueltos. Desechos que viven entre ovejas. Qué paradoja: los elegidos, a ojos de Dios, para dar a conocer al hombre su verdadero rostro, criatura a su imagen y semejanza, por medio del niño. Los primeros. De nuevo, el Misterio. “Ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor”, atrona una voz celestial. A duras penas entienden el mensaje. Se repite tres y hasta cuatro veces. Dudas, miradas cruzadas, estupefacción. Y respuesta. Porque Dios no habla al oído, dispara directo al corazón, deseando que acoja su mensaje. Un requisito, sencillez, capacidad de escucha. Quien nada pierde, todo lo gana. Allá que se ponen en camino. Sin entender, confiados. Como un eco del primigenio fiat, de María, nueve meses antes.

Nunca obra tan importante contara con peor reparto. Un niño desvalido, una madre dolorida, un padre preocupado, hace frío, y un puñado de pastores imantados por una realidad que les supera. Un ángel pone la nota de glomour mientras que, de fondo, se oyen los balidos de las ovejas, probablemente el animal más idiota que hay sobre la tierra. Y, sin embargo, vio Dios que era bueno.

De lejos se oyen pisadas. Contra la luna tres siluetas recortadas. Camellos. Mejora el atrezzo. Llegan de donde nace el Sol. Son los Reyes de Oriente. Abiertos a la acción de Dios, buscaban una señal. Y la encontraron. Como los pastores, no dudaron en ponerse en camino en ese mismo momento. No hay nada más importante que encontrarse con el propio destino, que encontrarse con Dios hecho hombre. Nada. Bonita lección. Primero, pasan de largo. Hay bullicio ahí abajo. Qué harán esos pastores en aquel corralucho. Sigamos. Pero la señal no se mueve. Y la curiosidad les puede. Se acercan sigilosos. Una mirada, una constatación. El cansancio del camino ha desaparecido, la inquietud de sus almas duerme y la claridad de la presencia divina se impone. Se postran delante del pesebre, incapaces de levantar la mirada. Siendo reyes se encuentran con el Rey; buscando el Poder, descubren un poder que cambiaría el mundo. Hermanados con los pastores en la adoración del niño, ya nada volvería a ser lo mismo. Y al prójimo como a ti mismo.

Llega la Navidad. Y lo urgente de las obligaciones que nos hemos creado, concesión al mundo moderno, desvía la mirada de lo importante que verdaderamente ocurre estos días. Les invito, desde la fe de cada uno, a redescubrirlo. Escuchar cómo habla el silencio, sentir cómo calientan los abrazos, disfrutar de una sonrisa, dejar las prisas para otro día, mirar con los ojos del corazón, saber que las grandes cosas son la suma de muchas otras más pequeñas, valorar la compañía, soñar. Yo, sinceramente, les deseo lo mejor en estos días. Que la fuerza transformadora del Niño Jesús en el pesebre alcance su razón, su alma y su espíritu. Y que este pueda ser, a fin de cuentas, el mejor Valor Añadido de este año 2007. Se lo deseo con todo mi cariño. Feliz Pascua del Nacimiento del Salvador.

P.S. Este Valor Añadido tan distinto va con más amor del que se puedan imaginar dedicado a Jorgito, un niño de 9 años de Ciudalcampo Madrid, que lucha desesperadamente contra un tumor que consume sus días abrazado a su tortuga. Si se acuerdan un segundo, encomienden a él y a sus padres en estos días tan difíciles y esperanzados a la vez.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

San Francisco Javier

Hace 47 años recibí la tonsura en la iglesia de Santiago en piazza Navona, la antigua iglesia del Reino de Castilla. La reforma litúrgica suprimió esta ceremonia, pero, naturalmente, no su sentido. Se trataba del primer compromiso formal en el camino del sacerdocio. Me impresiona que vosotros no hubiérais nacido, aunque en Dios estábais vivos. No estoy muy seguro de que fuéra muy consciente del compromiso que estaba asumiendo, pero lo recuerdo como un día de gran ilusión, con la mente puesta en la ordenación que recibiría un año más tarde y con mil proyectos no siempre realizables. Siguiendo a Francisco Javier, un personaje espléndido de la historia, tenía sueños de misiones, de paganos y de conversiones. Todavía hoy, cada vez que voy a Roma, paseo por Navona y entro en aquella iglesia donde tantos compatriotas nuestros durante, al menos cuatro siglos vivieron su fe.

martes, 2 de diciembre de 2008

Exigencias para el Adviento (I)

En primer lugar, tenemos que forjar la conciencia de que, entre nuestras muchas responsabilidades, como padres, hombres de empresa, trabajadores, miembros de una sociedad que nos necesita, lo más importante y sano es la preocupación que nos debe acompañar en todo momento por el bien espiritual de las personas que nos rodean, especialmente cuando se trata además de personas que dependen de nosotros. Constituye un espectáculo triste el ver a tantos padres de familia preocupados únicamente del bien material propio, de sus hijos, el ver a tantos empresarios que olvidamos el bienestar espiritual de nuestros equipos de trabajo, el ver a tantos seres humanos ocupados y preocupados solo del futuro material del planeta, el ver a tantos hombres vivir de espaldas a la realidad más trascendente: la salvación de los demás.

Portadores de paz

Nikos Kazantzakis: "Paz, hermanos, paz...¿Cómo podremos pacificar el mundo si no tenemos paz en nuestro corazón?
Tal vez tenemos demasiados deseos contradictorios, tal vez buscamos sin medida o sin horizonte o sin mesura. Tal vez nos buscamos demasiado a nosotros mismos.