martes, 25 de noviembre de 2008

A propósito de los crucifijos

Dice nuestra querida y bella ministra de educación que "en los lugares públicos, y los colegios lo son por excelencia, cualquier símbolo que pueda agredir o crear sensación de agresión a cualquiera de los que circulan por él debe quitarse de en medio" (sic).
Evidentemente, habrá bestias que pretendan utilizar el crucifijo como arma arrojadiza, para atizar en la cabeza al semejante. Pero por el mismo motivo debería retirarse cualquier otro objeto contundente, de manera que los colegios se asemejasen a esas celdas acolchadas donde se internan a los locos peligrosos, sin nada alrededor. ¿Es eso lo que se busca?, ¿la nada?
¿Por qué nadie se preocupa de explicar lo que significa el crucifijo, tanto para cristianos como para ateos, progresistas e incluso analfabetos en materia religiosa? Con independencia de mi fe, el crucifijo, como símbolo, refleja la muerte de una persona por el bien de los demás. La muerte de alguien al que nadie, en 2000 años de historia ha sido incapaz de imputar crimen alguno. El sacrificio de un hombre que, como mínimo, y con independencia de la fe que profese cada uno, dio su vida pensando que salvaba la de los demás. Alguien que pasó por la vida predicando y practicando Amor, respeto, caridad, auxilio a los desamparados. Alguien que las otras dos grandes religiones monoteístas respetan como profeta. Y mi fe dice que en esa cruz clavamos os hombres a Dios, y que su hijo resucitó para darnos vida eterna. ¡Vaya con la sensación de agresión!
Parece un tanto anacrónico que el crucifijo pueda agedir o dar la sensación de agresión a una sociedad, y menos a una sociedad como la española. Que no estamos en tiempo de cruzadas! y si lo estuviéramos sería más bien tiempo de jihad... 
Y entretanto, otros mirando para otro lado. 

2 comentarios:

Cami dijo...

Yo creo que es un tema mucho más profundo, con más alcance del que parece y que va más allá que el mero hecho de intentar fastidiar o agredir a los que no piensan como uno, que ya de paso también.

Me explico y aunque parezca un poco loco, os cuento lo que creo.

Creo que el hecho de intentar eliminar los motivos religiosos de nuestro entorno, expulsar las clases de religión de nuestras aúlas, borrar la religión de nuestra vida y en especial los crujifijos, obedece simplemente a que la clase política nos quiere dominar y controlar de forma absoluta, bajo la apariencia de una falsa democracia, en la que acudimos a votar como borregos cada 4 años, pero donde se pretende controlar desde la justicia hasta nuestras conciencias.

Este objetivo es mucho más fácil, si eliminan de nuestra vida cualquier esperanza de obtener algo mejor a través de otras fuentes (la religión), pasando a ser ellos nuestros únicos salvadores, los que resolveran nuestros problemas, ya que más allá no hay nada. Todo empieza y acaba aquí y por eso, ellos son nuestra única esperanza.
Papa estado nos ayudará, no hay nada más allá de los políticos y gobernantes que nos ayudan por nuestro propio bien.

La religión como esperanza de salvación es un obstaculo que hay que eliminar a cualquier precio.

Peregrino dijo...

Pues mira que algo de razón debe haber. Instalados en la mediocridad la única fórmula que tienen para mantenerse en el poder es la autoritas, y eliminar cualquier símbolo que nos recuerde que existe otra sociedad posible es una prioridad. Lástima que no exista contrapeso en la sociedad civil cristiana para ponerles en su sitio.

Pero no creo que lo consigan. Gracias a Dios se trata de mediocres, muchos, pero mediocres. Tienen adormilada a la sociedad, pero están tensando la cuerda mucho (y no me refiero a los crucifijos en este caso).

No abandonemos nuestra responsabilidad al respecto.