lunes, 9 de junio de 2008

Difama que algo queda

Está claro que hoy en día estamos en manos de los medios de comunicación. Ya no son el cuarto poder, sino probablemente el segundo, o incluso que en algún caso, el primero.

Esta reflexión la hago al abur de una situación más banal que las anteriores. El seleccionador de baloncesto decide anunciar que deja su cargo después de las Olimpiadas. El presidente de la Federación se lo carga, sin dar más explicaciones que no ha asegurado de que haya fichado por otro equipo y que no respeta los compromisos publicitarios. Dos razones que no argumenta ni defiende. Pero los medios de comunicación señalan que en el cese algo más habrá, empujando a la opinión pública a pensar lo mismo. Su trabajo sería contarnos qué más hay, si hay algo más. Conozco a Pepu, hablé con él el sábado, y no creo que haya más que la cerrazón de un tipo que solo busca proteger sus intereses personales. Pero bueno, no tengo todos los datos, así que también puedo ser injusto.

1 comentario:

Cami dijo...

Te contesté ayer a este post, pero parece que no se publicó.

Creo que la desestructuración de occidente deriva del poder tan descomunal que han logrado los medios sobre el común de la gente.

Medios que son conducidos por dos tipos de gente sin escrúpulos:
Sus accionistas y directivos cazadores de fortuna sin principios y "operarios" pogres desprovistos de cualquier princpio porque carecen de la mínima formación humanística y de valores