No por conocido el destino deja de ser menos interesante. Nos vamos a la ciudad eterna, a celebrar entre otras cosas 17 años de casados. Visitaremos todos y cada uno de los rincones que el tiempo que estemos allí nos permita. En Roma desgastaremos suela. Los medios de transporte no harán mucho negocio con nosotros. Kilómetros de cultura, de historia, de vida nos esperan en los próximos dos días. Plaza Nabona, el Foro, el Coliseo, el Circo, Plaza del Popolo, San Pedro, San Pablo Extramuros (donde despediremos el año paulino), nos aguardan. Combinaremos turismo, con espiritualidad, pero también habrá hueco para la gastronomía, y espero que una espectacular tirada larga el domingo por el centro de la ciudad.
Espero compartir con vosotros nuestras experiencias de este magnífico fin de semana que tenemos por delante.
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