Si Dios me concediese ver mi alma tal cual es, quizá sentiría una pena profunda al descubrirla tan llena de egoísmo, de maldad, de pecados. Quizá me dominaría un sentimiento de terror ante tanta oscuridad, tanta miseria, tantas cobardías.
Pero si Dios me concediera ver mi alma plenamente, en toda su pobreza y en toda su riqueza, descubriría también que está envuelta por un Amor inmenso, misericordioso, magnífico. Vería con claridad que Dios me ama.
Me ama, porque me ha creado. Me ama, porque me ha redimido. Me ama, porque conoce que soy débil. Me ama, porque quiere sacarme del pecado. Me ama, porque me ha enseñado el camino del Reino. Me ama entrañablemente, con amor de Padre, y por eso me pide que también yo empiece a amar a mis hermanos.
Debe ser una gracia maravillosa: descubrir que Dios, Amor, está más dentro que lo íntimo de mi alma, y que está por encima de lo más alto de mis pensamientos. Lo decía san Agustín, y podemos experimentarlo cada uno si podemos ver, desde la luz del Espíritu Santo, nuestra propia alma.
Si Dios me concediese ver mi alma tal cual es, le pediría simplemente que me ayudase a fijarme más en su mirada que en mis miserias. Y que me concediese también la gracia de poder susurrar, los días que me queden de vida, a tantos corazones que están a mi lado que también ellos tienen en los cielos un Padre misericordioso que los busca, que los espera, que los ama.
Su mirada sostiene mis pasos. Su amor explica mi vida. Su verdad me enseña el camino. Su misericordia perdona mis pecados. Su justicia me pide acabar con el egoísmo. Su paciencia salva muchas almas y me pide un poco de paciencia y comprensión para ese familiar, ese amigo, esa persona que me ha hecho tanto daño...
Si Dios me concediese ver mi alma...
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2 comentarios:
Alfonso, gracias por vuestra hospitalidad, por tu comentario, y por la reflexión, que te ha quedado regia.
Respecto a la reunión de ayer, a mí me gustó mucho. En realidad, estas reuniones me gustan mucho en general. Son una pieza importante en mi modesto desarrollo como cristiano. Si miramos atrás, cuando empezamos con el grupo de Juan Garíca Pérez (Dios guarde en su gloria), yo he logrado evolucionar desde ser más agnóstico que otra cosa, a un pequeño cristiano en potencia. Como veo que me queda mucho por evolucionar, pues las reuniones me siguen viniendo de cine.
El año pasado me encantó. Me gustó mucho leer y pensar sobre Cristo. Esto me ayudó a acercarme más a Él. No es poca cosa. Me gustó mucho el libro de Pagola. Mucho. Muy buen libro como introducción didñáctica a Cristo y a una cristología cercana a mi fe. Pero es verdad que es muy buena idea hacerlas más enfocadas a matrimonios, y las propuestas de Juan Mari, además de muy curradas, me parecen acertadísimas. Gracias, Juan Mari.
Y ya ayer se vió con claridad que este año la cosa va a ser mucho más participativa y animada...
Ojalá consigamos entre todos que todos disfrutemos casi tanto como yo.
Inaaacio, si no te importa, copio tu comment en el post correspondiente. Este va sobre el alma :-)
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