También está en No serán del Canon...", pero creo que aquí puede dar más juego.
Desde nuestra visita a Tierra Santa, donde estuvimos magníficamente atendidos por el Padre Barcena, tenía mucho interés en conocer la vida de San Francisco, que he de reconocer me quedaba bastante lejana.
Juan Mari me regaló este libro, que no es en sentido estricto una biografía, sino que más bien pretende ahondar en la figura del santo, no limitándose a narrar los acontecimientos, sino estudiando los porqués de su actuación, de manera que entendamos mejor su grandioso ejemplo.
Es interesante situar a Francisco en los albores del siglo XIII, unos tiempos convulsos para una Iglesia donde la jerarquía hacía que el pueblo estuviese muy alejado de la misma, o lo que es lo mismo, fuese caldo de cultivo de peligrosas herejías. Entre ellas destacaban los "puros" cátaros, o los valdenses. Los clérigos de la época eran mal vistos, y los nmonjes no daban respuesta a las enormes necesidades de la época.
Francisco aparece en un pequeño pueblecito, Asis, y supone una catarsis para la Iglesia. Su historia personal, su conversio, es un ejemplo para todos nosotros. Lo vemos todos los días, solo hay que fijarse en las oportunidades que tenemos de parecernos a él, y por ende, a seguir el camino de Jesús. Francisco es radical. Para ponerse del lado de los marginados se hace uno de ellos. Acoje a la "Dama Pobreza". Rechaza cualquier forma de propiedad (porque ello obligaría a defenderla), y aboga por el trabajo manual a cambio de sustento, sin acumularlo, solo para el día a día. Si no hay trabajo entonces se puede mendigar para alimentarse. Ese es el ejemplo que ve en Cristo. Solicita poder predicar la Penitencia, y ese es el campo que el papa les concede. Admite laicos y clérigos, y se funda una Orden hermana, las clarisas, siguiendo a Santa Clara, quien siente devoción por Francisco. Uno de sus principios básicos es su obediencia a la Iglesia romana, su respeto absoluto por los sacerdotes, en tanto en cuanto son los únicos capaces de transformar el pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo. Su oración permanente, y su amor por la naturaleza, en tanto en cuanto es obra de Dios. Su aceptación de todo lo que le envía el Señor, sin ningún tipo de pregunta, y su alegria ante la desgracia, ante el dolor.
Sus escritos son potentes, y sus oraciones para rezarlas todos los días.
Francisco, un hombre salido del siglo. El Señor os de la paz, como seguro él se despediría.
8 comentarios:
En los últimos ocho siglos Francisco de Asís ha permanecido en primer lugar en la mente de los cristianos. No era un teólogo ni una eminencia ni un obispo. Era un creyente y un seguidor de Jesús que ha representado para los cristianos la mejor reproducción humana del modelo. Es curioso, para los humanos que buscamos el dinero, la popularidad, el bienestar y el hedonismo, Francisco constituye un modelo sugerente, tal vez, inimitable pero enormemente sugerente. S. Francisco de Asís fue radical en su imitación de Cristo, "sine glossa, es decir, sin comentarios ni interpretaciones. No tuvo donde reclinar la cabeza, como el Maestro, y amó sin egoismo a todas las criaturas. Todos tendemos a edulcorar el Evangelio, porque creemos no podemos seguirlo en su literalidad, bien porque es excesivamente exigente, bien porque somos débiles. Al interpretarlo, siempre jugamos a favor nuestro y tendemos a desfigurarlo. San Francisco se convirtió a Cristo y lo siguió, tal como el quiso ser seguido. Probablemente esa radicalidad, en una sociedad tan acomodaticia, constituya una ráfaga de aíre fresco, siempre necesaria en nuestro caminar. Alfonso ha tenido la suerte de visitar Asís, el único lugar en la historia en el que se han reunido los líderes de todas las religiones para rezar por la paz.
Resulta eficaz la lectura de su Cántico de las criaturas.
Sin duda, Francisco es inimitable, no solo en nuestros días, sino en los siglos que han transcurrido desde su muerte hasta hoy. Creo que lo máximo a lo que podemos aspirar, lo mismo que con Jesús, es a intentar acercarnos a ellos. Francisco pone de manifiesto como el hombre puede hacerlo. Analizar su ejemplo nos puede acercar a nosotros a parecernos a Cristo. Puede ser una buena tarea para este curso, no creeis?
Yo no diría que san francisco sea inimitable. Inimitable es un genio intelectual o una persona con un físico excepcional o Mozart que componía a los cinco años. Son cualidades que le han sido dadas y no han dependido de su voluntad. Francisco pudo seguir siendo lo que era en su juventud, pero cambió, se convirtió en el sentido profundo del término. Esto viene bien a propósito del evangelio de hoy tema que constituye la base de toda reflexión creyente adulta.
Recordemos el encuentro de Jesús con Nicodemo. "Si no naces de nuevo no entrarás en el Reino de los cielos2 "¿Y cómo voy a entrar en nuevo en el vientre de mi madre'. "A menos que uno nazca del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios".
Nacer de nuevo es entrar en el espíritu de Jesús y tener una nueva manera de reaccionar y de juzgar. El Evangelio de hoy es contrario a todas nuestras reacciones naturales. No creo que haya que fijarse en cada palabra sino en la música, que es muy clara.Muchs veces, con la mejor voluntad, realizamos actos piadosos, algunos sacrificios, alguna caridad, sin tener en cuenta que construir sobre piedra es construir sobre Jesús, sobre su idea de hombre nuevo, que buscar ser como el Padre Dios. En este sentido, san Francisco es imitable, aunque nos resulte imposible. Es imitable en el hecho de que él purificó su idea de Dios y actuó en consecuencia. Cada uno de nosotros, si nos decidimos a purificarla, actuaremos de distinta manera, pero siempre de acuerdo con nuestra voluntad de seguir a Cristo. La audacia proviene siempre de la amistad y del amor.
Divido mi comentario en dos partes:
la primera, discusión intelectual, más banal:
Inimitable... solo se refiere a cualidades físicas?? yo creo que también se refiere al talento que Dios nos ha dado en cuestión de voluntad. No todo el mundo tiene la misma capacidad sobre la voluntad. Es más, la mayoría somos débiles de voluntad. Acepto que no es imposible, como podría parecer que un sordo fuese compositor musical universal, pero parece francamente difícil para la mayoría el poder vivir la vida de San Francisco, precisamente por eso que llamamos voluntad.
En este caso, además, la conversio le llevó a ser totalmente radical con sus planteamientos, y a tener la fuerza suficiente para ser completamente coherente con ellos.
En resumen, acepto que inimitable es un término demasiado riguroso (especialmente para un posibilista como yo), pero la historia nos demuestra que no ha habido nadie como él.
Retomando tu último comentario, relativo al Evangelio de hoy, su lectura sine glosa es muy difícil para una persona como yo. Entiendo lo de la música y no la letra, pero exigencias como "... al que tome lo tuyo no se lo reclames.", "dale a todo el que te pida", hacen que considere que estoy todo el día pecando. Sólo se puede entender este Evangelio desde la más absoluta pobreza y además desde la voluntariamente escogida. Nos pide Jesús tanto?
San Francisco de Asis es una figura realmente asombrosa, un ser santo que ha dejado huella aunque ¡oh, dolor! su ejemplo, tan claro, sea a la vez tan difícl de seguir.
San Francisco siguió a Cristo realmente, e inspiró el bien a millones de personas. Si él siguió a Cristo, nootros estamos realmente lejos de ser auténticos cristianos.
Estaré encantado de leer este libro, si me lo recomendáis.
Yo sí que te lo recomiendo, es más te lo puedo dejar si quieres!
Como aportación a vuestras semblanzas e interpretaciones de la figura de San francisco de Asís, me permito copiar una oración atribuida a San Francisco y que siempre me ha sacudido espiritualmente y emocionado.
"Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión.
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría.
Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,
ser comprendido, cuanto comprender,
ser amado, cuanto amar.
Porque es dándose como se recibe,
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,
es perdonando, como se es perdonado,
es muriendo como se resucita a la vida eterna."
Quizá haga falta poco más para comprender a San Francisco si pudiesemos aplicar esta oración a nuestra vida cotidiana.
Un fuerte abrazo y que la paz sea con vosotros.
EL CÁNTICO DE LAS CRIATURAS
Altísimo y omnipotente buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te convienen
y ningún hombre es digno de nombrarte.
Alabado seas, mi Señor,
en todas tus criaturas,
especialmente en el Señor hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire y la nube y el cielo sereno y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,
y es bello y alegre y vigoroso y fuerte.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana nuestra madre tierra,
la cual nos sostiene y gobierna
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas.
Alabado seas, mi Señor,
por aquellos que perdonan por tu amor,
y sufren enfermedad y tribulación;
bienaventurados los que las sufran en paz,
porque de ti, Altísimo, coronados serán.
Alabado seas, mi Señor,
por nuestra hermana muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
Ay de aquellos que mueran
en pecado mortal.
Bienaventurados a los que encontrará
en tu santísima voluntad
porque la muerte segunda no les hará mal.
Alaben y bendigan a mi Señor
y denle gracias y sírvanle con gran humildad.
Publicar un comentario