En la misa de esta mañana hemos leído la pregunta de Jesús a los díscípulos ambiciosos: ¿Estais dispuestos a beber la sangre que yo he de beber?Me preguntaba en mi paseo posterior´qué significa esta pregunta en esta cuaresma nuestra. Todos trabajamos bastante y dedicamos tiempo a nuestras obligaciones personales y a nuestros caprichos,también, personales. Lo demás ¿es pura añadidura?Por adultos que seamos no siempre somos tan maduros en el ámbito personal y menos en el espiritual. Da la impresión de que damos a Dios las sobras, sin darnos cuenta de que forma parte de nuestra maner de ser, de nuestro estar en esta sociedad.No nos olvidemos de lo que hemos comentado en alguna ocasión: conseguir que la eucaristía sea un momento capital en nuestra vida significa contar con un punto de referencia que da sentido y alimenta.Todo es según el color del cristal con que se mira. Cristo dice que através de él todo adquiere un nuevo sentido.
Juan Mari
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2 comentarios:
Que razón tienes Juan Mari. Siempre invocando a nuestra conciencia y coherencia. Sin duda este debe ser uno de mis propósitos fundamentales. Y no se me ocurre mejor maestro para conseguirlo.
Pues efectivamente en esta vida que parodiando el título de este blog debería ser algo así como los "quehaceres nuestros de cada dia", que lejos está de esa otra vida más reflexiva y cercana al espíritu que sin duda a todos nos gustaría tener. Siempre he envidiado el éstilo de vida de la Grecia clásica, en la que una vez resueltas las necesidades básicas, el hombre encontró tiempo para preguntarse por su posición en el mundo, de donde venimos y a donde vamos... eso si, sin descuidar el ejercicio físico.
La verdad es que mi vida se está convirtiendo en una agenda apretada en la que tengo programadas actividades desde que me levanto a las 06:15, hasta que me acuesto a las 11:15h, y en la que el tiempo reservado a Dios es de apenas 1.47% del tiempo que permanezco despierto..., ¿insuficiente?, sin duda, pero más y mejor que hace unos años
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